En resumen, al aplicar la economía circular se reduce el impacto de la producción y el consumo en el medio ambiente, ya que se utiliza menos recursos naturales y se genera menos residuos.
Por otra parte, la economía circular también puede tener beneficios sociales, ya que promueve la colaboración entre empresas, gobiernos y ciudadanos, lo que puede mejorar la calidad de vida y la cohesión social, trabajando juntos por una producción más respetuosa y sostenible.